Sorprendido.

magic-alpha-lotus-lightHace tiempo que dejé este juego que todavía recuerdo con una sonrisa, y no es para menos después de las tarde y tardes que me ha hecho pasar, y aunque realmente estoy bastante desconectado de su trayectoria actual era consciente que durante todo este tiempo Magic siempre se ha mantenido en primera línea de batalla, pero no tanto como para salir publicado en un artículo/reportaje de una revista como Interviu de tirada nacional, me ha dejado loco.

Os dejo trascrito el artículo, que además me parece muy interesante, aparecido en Interviu con fecha 16-11-2009,
Reportaje por: Soledad JUÁREZ

Vidas `Cantrip´

Un conductor que circulaba en sentido contrario mató a su hija, de 14 años, y a su mujer. Tras ese trágico primer día de enero de 1999, a Juan Antonio Rodríguez, de 55 años y director de una sucursal bancaria, se le hundió el mundo: “Mi amigo Félix Belloso dijo que me iba a enseñar un juego apasionante que se llamaba Magic. No le dije que mi hija me había entrenado. Gracias a estas partidas fui saliendo del dolor. Los juegos de azar no me han interesado nunca, pero siempre me han gustado los de pensar, los de estrategia. Y éste es el mejor”.

Magic es un juego de cartas que ha enganchado a siete millones de personas en todo el mundo, un juego que mezcla habilidad mental, intuición, estadística y cálculo con fantasías mitológicas y medievales grabadas en sus naipes. España está entre los tres países con mayor número de magiqueros, y ahora los mejores se baten en el campeonato del mundo, que se celebra en Roma.

Lorena Pazos tiene 28 años, es ingeniera de telecomunicaciones y miembro de Mensa, una organización internacional que agrupa a 100.000 superdotados de los cinco continentes. Es una de las pocas mujeres españolas que participan en torneos de Magic. “Los que juegan bien –explica Pazos– son personas inteligentes a las que les gustan el cálculo, la estadística y el razonamiento lógico, pero también debes saber leer las expresiones del contrincante e intuir qué cartas lleva”.

Aunque este pasatiempo se lleva la palma en el ranquin de juegos de cartas que se ven en los recreos escolares, el perfil del jugador profesional es un varón cercano a los 30 años. “Es un juego caro y necesitas tener independencia económica para comprar los naipes que salen cada tres meses (lo que supone un millar de cartas nuevas al año). También debes tener tiempo para practicarlo”, precisa esta joven gallega, que dedica nueve horas semanales a las batallas de ingenio.

Los enganchados no consideran una ludopatía la excesiva dedicación. “Jamás he visto a nadie que haya desestructurado su vida o su familia por culpa de Magic, más bien lo contrario –asegura Juan Vicente Hernán, jugador de 35 años y dueño de una tienda en la que se venden cartas–; este juego ha ayudado a muchos jóvenes introvertidos a socializarse porque en las tiendas se celebran torneos. Los chicos salen de casa, se relacionan y hacen amigos, en lugar de quedarse solos y pegados a las consolas”.

Benito, uno de los clientes de Hernán, llevó a su hijo a jugar como terapia. Su cociente intelectual es alto, pero padece síndrome de déficit de atención y problemas a la hora de relacionarse. Ahora, con 12 años, es un experto jugador y Magic le ha servido para focalizar la atención. “Vienen algunos jóvenes extremadamente tímidos y terminan adquiriendo habilidades sociales”, señala Hernán.

Iván López era uno de esos chicos tímidos. Empezó a jugar a los 12 años. Hoy tiene 17, estudia segundo de Bachillerato, su calificación media es de notable y hace un mes fue el segundo mejor jugador español en el torneo internacional Pro Tour Qualified, el más importante tras el mundial. “Gracias a este juego –cuenta– me he abierto, he viajado por el mundo, he hecho numerosos amigos, y he aprendido mucho inglés”. Le molesta que este pasatiempo se asocie con los frikis y sea calificado de infantil: “Es todo lo contrario; es muy complicado y los jugadores tienen cerebros privilegiados”.

Considerado deporte matemático y estadístico, ha sido incluido en las Olimpiadas de la Mente que se celebrarán en Londres en 2012 como uno de los mejores juegos para desarrollar la inteligencia. Los aficionados al Magic coinciden al señalar las cualidades necesarias para triunfar: concentración, agilidad mental, percibir los gestos del contrincante, por mínimos que sean, templanza para no dar información al oponente y memoria para recordar las 12.000 cartas principales que puede haber tras más de 50 ediciones, cada una con sus poderes y sus debilidades.

Enric Martí, de 28 años, es el vigente campeón de España. Esta semana participará en Roma en el campeonato del mundo. Para prepararse, juega casi 40 horas semanales. “En el extranjero hay gente que vive de esto y le dedica mucho más tiempo que yo, pero intentaré dejar a España lo más alto posible”, dice este técnico informático superior.

A Félix Belloso le enseñó a jugar su hijo mayor, y juntos han compartido entrenamientos y torneos. Con su amigo Juan Antonio Rodríguez comparte edad (55 años), profesión (director de sucursal bancaria), colecciones y juego de cartas. “Empecé a los 45 y aunque juego bastante más que mi hijo porque tengo más tiempo, él es el bueno; yo, sólo el forofo”, cuenta. Belloso ha llegado a tener cerca de 200.000 cartas de Magic, la colección completa desde la tercera edición. Ahora cuenta con 40.000 en mazo más 25.000 de colecciones especiales muy cotizadas. Reacio a poner cifras, confiesa: “Puedo tener unos 24.000 euros en cartas”.

David Cuesta comenzó a jugar mientras hacía el servicio militar, a los 22 años, “porque la dinámica del juego es fácil de pillar y entonces tenía tiempo. Con 13 euros puedes jugar con el mazo de cartas básico, aunque uno de una edición especial –la Summer Edition de 1994, por ejemplo– puede costar 150.000 euros”. Como coleccionista, Cuesta pudo pagar hace seis años los 45.000 euros de la entrada de su piso vendiendo parte de su colección: “Me quedé con unas 60.000 cartas que hoy valdrán unos 20.000 euros”.

¿Pero cómo puede un juego enganchar tanto durante tantos años? Wizards of the Coast, la empresa que comercializa este pasatiempo, lo ha conseguido gracias a la actualización de cartas y a la organización de 18 grandes torneos al año, a los que se suman las competiciones locales que se juegan en las tiendas. David, ingeniero informático de 27 años, lleva 14 enrolado en este reto mental, al que dedica cinco horas al día: “Somos, con gusto, los esclavos de esa empresa”.

César Fernández, estudiante de Filología Inglesa y campeón del Torneo Vintage All Stars 2009, sentencia: “Magic consume mi vida y mi tiempo”. Este árbitro de la DCI (organización que regula internacionalmente el juego y ajusta las reglas) gestiona uno de los blogs sobre Magic más visitados de España. Su baraja cuesta 10.000 euros y sólo una de las más de 50 colecciones que posee está valorada en 12.000 euros.

En cambio, Joel Calafell, de 21 años y estudiante de Publicidad, apenas tiene cartas, pero está considerado el mejor jugador de España. Ganador del Grand Prix de Barcelona –torneo que reunió a 1.495 profesionales de todo el mundo–, asegura que “se puede vivir de esto durante dos o tres años, si eres bueno”.

“No es un juego de rol o de interpretación de situaciones –explica Omar Sagol–; es competitivo, de estrategia”. Omar tiene 29 años y es uno de los dos bicampeones de España; fue número 1 en 1999 y 2008. Tras 14 años compitiendo, ha decidido retirarse porque en 2010 será el encargado de revisar los textos en español de la nueva colección. “Veré las cartas cinco meses antes que los demás –explica– y no me parece bien contar con esa ventaja”.

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